domingo, 20 de abril de 2008

Psicópatas de pantalla grande

Psicópatas, sociópatas o antisociales son términos que se confunden porque guardan cierta relación. Más allá de encasillamientos psiquiátricos posiblemente injustos o mal determinados, está claro que personas con la empatía distraída haberlas haylas. En el cine normalmente aparecen como despiadados asesinos en serie, pero ni todos los asesinos son psicópatas, ni todos los psicópatas son asesinos.

La mayoría tuvieron una infancia traumática, quizá por ello, además de porque los vemos como pobres enfermos (aunque realmente no sean enfermos mentales con tales, sino más bien con rasgos de la personalidad marcados por ciertas diferencias), despiertan una especie de comprensión lastimosa a la vez que aterradora.

Este es mi pequeño tributo a algunos de los psicópatas de la gran pantalla, que tantos buenos malos ratos nos han hecho pasar.

Funny games

Se trata de una de las primeras películas de Michael Haneke, estrenada en 1997. El director austriaco, conocido por su estilo turbador, refleja en sus filmes la cara mas oscura y controvertida de la mente humana. Películas como La pianista lo hicieron conocido en el mundo entero, siendo admirado por los más morbosos o arriesgados, y evitado por lo más sensibles o débiles de mente. Sus obras, que atrapan por su clima desolado, dejan bloqueado al espectador, que queda sin remedio atrapado en una lucha moral de la que es dificil escapar ileso cuando se da cuenta de que la maldad y el retorcimiento forman parte del ser humano con una naturalidad y frecuencia aplastante.




Spoorloos (Desaparecida)


El protagonista, definido en la película como sociópata, es un adorable padre de familia con una particularidad muy especial: en sus ratos libres se divierte planeando sádicos juegos que llevaría a cabo con víctimas escogidas al azar.

Una vez que lleva a cabo sus macabras intenciones se da cuenta de lo insaciable de su maldad. Y es así como emprenderá un terrible y angustioso juego que terminará con un final a lo Hitchcock que dudo que deje a indiferente a algún espectador.



The Comfort of Strangers (El placer de los extraños)
Paul Schrader, director de esta cinta, cuenta con películas de dudosa calidad cinematográfica según ciertos snobs cinéfilos. Pero solo con decir que dirigió El beso de la pantera (con la bellísima Nastassja Kinski) y que fue el guionista de Taxi Driver la cosa cambia, ¿no? Viendo el filme, a medida que van pasando los minutos, uno se pregunta qué demonios pasa, por qué siente esa clase de terror tan sutil que te va invadiendo hasta agarrarte a todo almohadón que haya cerca ¡cuando en realidad no pasa nada!. Los protagonitas parecen atraidos igualmente por la turbadora ingenuidad de las circunstancias, hasta quedar atrapados en una espiral de la que posiblemente jamás puedan escapar. Para rematar la faena, un fantástico Christopher Walken.


Henry, retrato de un asesino


Veraz retrato de la mente de un psicópata asesino traumatizado por una dura infancia. Dura, directa, explícita, atrapante.










Harry, un Amigo que os Quiere


El gran Sergi López refleja a la perfección el carácter encantador de los psicópatas. Cínica personalidad que se transformará en la medida en que sus víctimas le entorpezcan sus pretensiones.

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